sábado, 23 de abril de 2016

Los Commitments



Como cada mes, el DPM nos sugiere una película que ver con la que debatir. En este caso nos han traido a colación una película llena de buen rollito y buena música. Los Commitments es una amable invitación para viajar el deprimido Dublin de los años 80, pero con la pasión optimista que trae consigo un puñado de buen Soul y ganas de pasarlo bien.

Todo adolescente seguro ha soñado en algún momento con la idea de tener su propio grupo de música. ¿Por qué casi nunca llega siquiera al intento? Porque no sabemos tocar, evidentemente. Los Commitments supera ese problema. Si no tienes carisma en el escenario… ¡a convertirse en manager!
Justo lo que hace el protagonsita de la película. Una vez está convencido de ello, pone un par de anuncios en el periódico y tras un cásting de gente estrafalaria y un par de conversaciones con los amiguetes, tiene su grupo. ¿Qué van a tocar este grupete de jóvenes proletarios dublineses? Pues música soul negra del otro lado del charco. Da igual que estemos a mediados de los 80 en Irlanda o que haya que pensar en vender algún disco. ¡La banda está demasiado entusiasmada ensayando como para reflexionar sobre asuntos tan veniales!

La absurdez del argumento contrasta con la calidad de la música de esta Operación Triunfo de extrarradio. El ambiente de ilusión que acompaña a la gestación de un nuevo proyecto se hace contagioso. Se hace difícil llevarse más con el variopinto elenco de componentes de la banda. Cada uno con sus neuras y pajas mentales, pero todos llenos de ilusión por empezar algo nuevo con lo que están disfrutando. Hay discusiones, peleas, amoríos, distensiones varias… pero la vana ilusión de encerrarse en la sala de ensayo para preparar los nuevos temas ayuda a tirar para adelante. Todos aquellos que han vivido la frustrante (y excitante) aventura de formar un grupo de música sin éxito se sentirán cercanos ante las discusiones creativas, la alegría (y los errores) de los primeros bolos, las diferencias sobre las prioridades de unos y otros… 

El reflejo es más que bueno.  Los escasos conocimientos musicales se compensan con las inmensas ganas de crear algo nuevo. Cada ensayo es como una cita en la que vas conociendo a tus compañeros y cada posible concierto como un momento de compenetración íntima entre todos ellos que cambia las relaciones indefectiblemente. Y también las rencillas que aparecen, las personalidades incompatibles, los choques de egos, celos y problemas de cama que dan al traste con cualquier unión creativa. 

Todo ello sería imposible de plasmar con tanta frescura si no es por la complicidad que despiden sus personajes. No hay nadie normal en esta banda. A cada cual está más zumbado que el anterior, pero todo el elenco despide buena química por todos lados. Además de interpretar todas las canciones (qué buenos son coñe), se nota que se lo han pasado en grande con el film. Tienen incluso la suerte de gozar de personajes con mucha miga, ya que el guión les permite lucirse con un puñado de piques entre todos los miembros, haciéndose querer con facilidad. 


Los minutos pasan con agilidad entre chistes y buena música. No es que destaque por su emoción o intriga, ya que en ningún momento hay tensión por saber lo que va a pasar. Pero tampoco la busca, es película de intenciones ligeras, que sólo quiere sacarte una sonrisa y permitirte dos horitas de diversión y buena música la mar de bien parida.

Esta graciosa y triste historia de lo que pudo ser y nunca fue despide frescura como sólo los mejores consiguen. Se aleja de lo convencional, está llena de grandes canciones y es un acierto seguro para tener una tarde satisfactoria. Con toneladas de buen rollito y una banda sonora para quitar el hipo, se hace difícil fallar.

Vaya panda de zumbados todos ^^

Nota: 7
Nota filmaffinity: 7.1

No hay comentarios:

Publicar un comentario