miércoles, 9 de diciembre de 2015

La canción del mar



Definitivamente, este hombre sólo sabe hacer cuentos para niños, pero vaya cuentos más bonitos. Si El libro de Kells ya era una preciosidad, La Canción del Mar (2º nominación al Oscar) no se queda precisamente atrás.

La canción del Mar es un pequeño cuento popular del folklore irlandés en el que se cuentan las aventuras del último niño foca. En él, Ben es un niño que ha crecido maravillado por las leyendas que le contaba su madre, la cual muere al dar a luz a su hermana pequeña. Cuando la vida de ella corra peligro por el asalto de fuerzas mágicas siniestras, Ben comprenderá que su hermana es un ser especial al que proteger, pues hay que cuidar lo bello que tenemos en el mundo.

El alucinante estilo artesanal de Moore es un contrapunto brutal al dominante CGi que impera en Estados Unidos. Tal como hizo en Kells, evoca aquellos libros para niños repletos de ilustraciones que leíamos antes de irnos a dormir. Cada plano nos recuerda que no se necesitan mil cosas en pantalla y un despliegue computerizado de primer nivel para componer tallas delicadas y maravillarnos con una estética acuarelada bellísima. Tiene un toque añejo, que nos recuerda cómo se hacían las cosas antaño, con mucho mimo y mucho talento en el trazo, la textura y el color. Cada escena es una obra de arte en sí misma, perfectamente válida para colgar en el salón de tu casa. La exquisitez con que sea capta la esencia de la mitología celta es fabulosa, dando vida a la magia, las piedras y los bosques.

Rebuscando otra vez en la bellísima tradición celta se compone una historia para los más pequeños, con un desarrollo muy fácil y claro, unos personajes muy entrañables y una invitación a dejarse llevar por la magia y la fantasía. Aunque no destaca por la profundidad de sus personajes, estos se hallan adecuadamente caracterizados, especialmente la frágil y encantadora niña protagonista que es capaz de robarnos el corazón desde el primer fotograma. Siendo como es una película para los más pequeños, sorprende por su capacidad para fascinar ante la belleza de su composición. Sólo por ello ya merece un visionado.

La música, llena de una clara influencia irlandesa folk, le sienta como anillo al dedo a la trama y se basta ella sola para mostrarse poética, enfatizando la emoción correspondiente en cada momento.

No es más que un cuento para niños. Pero es el cuento para niños más bonito que vas a ver este año. Ideal para fascinar a los más pequeños y evocar la imaginación de aquellos con capacidad de soñar y sentir empatía por aquellos que nos rodean.  Un trabajo de artesanía de los que ya apenas se ven. Muy, muy hermoso. De los que antes destinarías a un museo que a una sala de cine.

Nota: 7
Nota filmaffinity: 7.7

Hubiera estado encantado de que esta película se llevara el Oscar de animación. Es Un interesantísimo y brillante ejercicio de estilo que luce bien, muy bien y bonito, pero al que le falta algo de alma para llegar algo más lejos que a los ojos o los oídos. Y eso con Big Hero 6 por medio, no da para competir.

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