jueves, 3 de diciembre de 2015

Kenshin 2 - Infierno en Kioto



Me volvió a ocurrir. Llegó la segunda parte de Kenshin y no pude ir a verla a Sitges. El guerrero Samurai estaba muy bien trabajada, siendo fiel y al mismo tiempo adaptándose con brío a la gran pantalla. Realmente ya me había olvidado de Terror en Kyoto y, mira, volvió a aparecer así de rebote y tocaba verla ^^.

Habiendo juntado las sagas de los traficantes de opio con la de Shin  en la primera película, yo esperaba que para la segunda se escogiera la trama de Aoshi. Sin embargo, desde producción han decidido pasar un poco de ella y centrarse en el gran colofón del manga que constituye la saga de Sishio. En ella, el antiguo sucesor de Battosai el Carnicero resurge de sus cenizas con la intención de dar un golpe de estado. Como la policía se ve impotente ante su poder, no les queda otra que contratar a antiguos mercenarios para acabar con él. Kenshin se verá obligado a implicarse, a  pesar del miedo que tiene a volver a convertirse en Battosai.

Como la saga tiene chicha para dar y tomar (son unos 60 capítulos), se ha decidido resumirla en unas cinco horas y partirla en dos para moverla a la gran pantalla. ¡Y vaya si he acabado contento con su primera entrega! La historia se halla perfectamente compactada sin por ello pecar de precipitada ni estúpida. Sí, se han saltado a Aoshi y un montón de detalles secundarios, otras cosas cambian de sitio, pero está todo lo que debe estar dónde debe estar, que es lo que importa.

El ritmo de la película es el adecuado. Sabiendo que se disponen de cinco horas para contar todo, el director se asegura de proveer de un buen ritmo y una gran tensión en su nivel óptimo para asegurar buena diversión. Un espectáculo de primera en cuanto a intriga y emoción. De los dos sitios adecuados para cortar –no voy a decir dónde- han escogido el que no me esperaba. Sin embargo, la conclusión es perfecta. Me hubiera gustado ver todo lo que sigue, pero entiendo que eso irá en la conclusión de la saga ^^.

Si en la primera parte felicité la conseguida recreación del Japón de los Meiji, esta segunda entrega no le va a la zaga. El esfuerzo por mostrar un Kyoto colorido y vívido es notable. Se nota que hay mucho dinero bien gastado. A destacar el juego de contrastes entre la colorida y abigarrada ciudad y la casi monocromía de los pueblos devastados por la guerra. Las coreografías de todas las luchas, tan difíciles de realizar por actores reales, ahora sí, son simplemente impecables. La duración y los diferentes estilos de lucha están perfectamente ajustados, quedando claro quién es quién y de qué manera luchan.

Me daba aún más miedo la caracterización de los personajes, mucho más extremos y degenerados que en las sagas de Shin o de los traficantes, pero el trabajo es espléndido. Incluso el caricaturizado Cho –el cazador de espadas- está representado con fidelidad sin convertirse en hortera. Rápidamente sabes quién es quién y ninguno hace nada que no se esperaría de él. ¡Y está todo el Juppongatana!

En cuanto a los actores, hay que felicitar a todos. Es muy difícil adaptar la exageración de los animes a personajes de carne y hueso sin caer en la exageración o la parodia. Shishio me daba mucho miedito, pero luego llena cada momento en que aparece, al igual que Saitoh, magníficos ambos. Además, no se han olvidado de ninguno del montón de personajes nuevos que debían aparecer, todos impecablemente caracterizados. Mi enhorabuena por un cásting perfectamente adjudicado.

Y ahora los palos para la industria: Viendo el gran resultado que se ha conseguido con las dos entregas de El guerrero Samurái,  ¿por qué no vemos esta calidad en otras adaptaciones? ¿Cómo es que Attack on Titan o Kiki,aprendiz de bruja (por poner dos ejemplos) han dado lugar a películas tan fallidas con presupuestos similares? Ya no hablo de cuando las hace Hollywood, que eso ya da vergüenza ajena, pero bueno… Quedémonos en que Terror en tokyo se convierte en el mejor live-action hecho de un anime y en una de las mejores películas basadas en un cómic de entretenimiento. Que no es poco. Un fan se sentirá deliciosamente satisfecho y un profano se divertirá de lo lindo con una película de capa y espada oriental muy bien parida.

El nivel de producción nada tiene que envidiar a un blockbuster hollywoodiense y su línea argumental que sigue fielmente la trama original del manga. Así da gusto. En fin, esperar que la tercera parte aparezca pronto en mis manos.
Nota: 8
Nota filmaffinity: 6.9

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