lunes, 23 de marzo de 2015

El señor de las moscas (William Golding)

Libro 1 de la cesta, el primero que llegó, y además, un clásico en los ensayos sobre civilización y sociedad. A ver si está a la altura de su fama…

Título: El señor de las moscas
Autor: William Golding
Título original: Lord of the flies

“Fábula moral acerca de la condición humana, El Señor de las Moscas es además un prodigioso relato literario susceptible de leccturas diversas y aun opuestas. Si para unos la parábola que William Golding estructura en torno a la situación límite de una treintena de muchachos solos en una isla desierta representa una ilustración de las tesis que sitúan la agresividad criminal entre los instintos básicos del hombre, para otros constituye una requisitoria moral contra una educación represiva que no hace sino preparar futuras explosiones de barbarie cuando los controles se relajan.”

Casi desde el primer momento, uno se puede dar cuenta de que no se trata de una novela al uso. Suele ubicarse dentro del género porque cuenta una historia, pero en realidad se trata de un ensayo novelado. Tal como pasaba en La Cadena Crítica, el autor quiere defender una tesis y para desarrollarla, desarrolla una trama para que sirva de ejemplo, enseñándote dentro de ella todos los puntos de vista a reflejar. Aquí Golding aporta su grano de arena sobre la fina barrera que separa la civilización y el raciocinio del salvajismo y la superstición.

Cada uno de los personajes principales desempeña un “rol” o una idea a defender dentro de la civilización.

Ralph es un chico carismático y bienintencionado que se convierte casi sin querer en el líder de los supervivientes. Es el primero en pensar que es necesario organizarse, busca lo mejor para todos y cree en la capacidad de entenderse y en el valor intrínseco de las buenas acciones. A pesar de sus fallos y sus malas decisiones, Ralph quiere lo mejor para el grupo, representando la optimista ambición de la humanidad para gobernar.

Piggy es el empollón del grupo, regordete, asmático, cuatro ojos… Físicamente débil y torpe al hablar y al trabajar, pero también es el más inteligente del grupo y el primero en ser consciente de qué es lo necesario para ser rescatados. No obstante, su ineptitud social y su incompetencia para aportar un beneficio práctico al grupo le convierten en blanco de todas las burlas. Se convierte en el consejero de Ralph, confiando ingenuamente en que los demás comprenderán su valía. Representa al intelectual, a la razón que, si bien sabe qué hay que hacer para gobernar, confía en el sentido del deber (por el mero hecho de que es lo correcto) y adolece del carisma necesario para conseguir que los demás le sigan.

Jack en cambio, es ambicioso, está acostumbrado a ser un líder y desea fervientemente que los demás le obedezcan. Al igual que Ralph es un líder natural, pero con instintos mucho más primarios. Al principio acepta a regañadientes no tener la autoridad, pero a medida que las reglas sociales se van relajando, va volviéndose cada vez más agresivo, decidido a tomar el poder a cualquier precio. Representa la voluntad egoísta de gobernar y de tener poder por el mero hecho de mandar.

Roger es al principio seguidor de Ralph, pero tan pronto se da cuenta de que nadie le va a castigar si hace cosas malas, se pasa al bando de Jack para dar rienda suelta a sus instintos. Representa a los malvados, los que disfrutan haciendo daño y que sólo se refrenan porque las reglas de la sociedad existen.

Simon es un personaje que representa la bondad y la religiosidad. Disfruta de la naturaleza de la isla y su carácter solitario lo convierten en una especie de ermitaño que vive aislado del resto del grupo. Es el único que desenmascara a la bestia oculta, representando al sentido común en unas interpretaciones y a la figura de Jesucristo en otras, por su capacidad de atisbar la verdad atravesando la barrera de los prejuicios y las supersticiones.

La Bestia y El Señor de las Moscas moran en la isla, creados a partir del miedo irracional de los niños, que necesitan dar forma al terror ante lo desconocido que espera en lo profundo de la jungla. Su mero concepto es objeto de debate y causa encendidas tensiones en el grupo, convirtiéndose en detonante de los hechos finales en la isla. Representan la malevolencia sobrenatural del demonio, que corrompe la inocencia natural de la humanidad desprotegida y la condenan al salvajismo.

Como cada personaje “defiende” una forma de actuar frente al conflicto, no reaccionan de manera natura, sino de acuerdo con el punto de vista que se quiere reflejar. Por ello, se esfuerzan en explicar sus acciones, reaccionando a veces de un modo extraño, pues la historia se fuerza para que ocurra lo que al autor le interesa, en vez de dejar que el desarrollo se produzca según lo que la historia “pide”.

Los sucesos están forzados, pero es no impide que el libro vicie lo suyo. Golding compone un ambiente sucio, ydescorazonador donde la autoridad ha desaparecido y cualquier cosa es posible. Obviamente los personajes principales están estereotipados (al ser conceptos más que caracteres) pero rápidamente empatizamos por ellos ya que luchan por salir adelante con todas sus fuerzas y no dejan de ser eso, niños.

William Golding recalca y machaca la necesidad de una civilización –origien y necesidad de las leyes- que dicte unas normas de común acuerdo con las que los humanos podamos convivir sin matarnos. A grandes rasgos, defiende la necesidad de una policía para protegernos de los elementos malvados de la sociedad, cárceles para apartarlos, la cultura y la razón como medio para evitar las supersticiones, la ética religiosa (cristiana) como referente de un esquema de valores a seguir, la necesidad de progresar como sociedad a través del debate y el cambio interno. Un lector atento e interesado puede sacar muchas y variadas lecturas e ideas dentro de un texto presto a ser analizado y diseccionado. Es sorprendente como se combina tanta profundidad en una novela tan corta y viciante. Aunque la historia se fuerza, se convierte en un libro para disfrutar y sobre el que reflexionar, tanto en el momento en que se escribió como en los tiempos actuales. De los de obligada lectura.

Nota: 8
Nota goodreads: 3.6/5

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