sábado, 31 de enero de 2015

El Hobbit - La batalla de los cinco ejércitos

Si, ya sé que hace más de un mes que la vi, pero últimamente tengo un repaso bien grande en las reseñas, toca ponerse un poco al día! 

Hay que reconocer que Peter Jackson sabe hacer una cosa bien: que cada Navidad estemos pendientes de lo último que ha hecho, ya sea para despotricar o para adorarle. Recuerdo con cariño la espera para el Señor de los Anillos (y lo que disfruté), las ansias con King Kong (y lo estafado que me sentí) y los problemas de agenda para asistir a las dos primeras de el Hobbit (y para ésta). Entre que son estrenos mundiales y se repiten las fechas,  las películas de este hombre se convierten casi en un ritual que uno no puede perderse. 

Habíamos dejado a nuestro Hobbit y nuestros enanos con un dragón despierto al que le han buscado mucho las cosquillas. Para concluir la trilogía ya solo queda la madre de todas las batallas.

Durante seis horas hemos disfrutado de una agradable aventura que no dejaba de avisar que algo gordo iba a venir. Jackson ya nos había dado pistas de que quería acabar a lo grande y vaya si lo ha hecho. El planteamiento de toda la película es simple: “la vamos a liar todo lo parda que podamos”. Es momento de dar el todo por el todo y fliparse de la manera más bestial, poco importa si para ello hay que generar errores de guión o de continuidad. Entre la gratuidad de los duelos finales, la necesidad de generar muertes mutuas para eliminar personajes, la nula capacidad estratégica de los ejércitos (a pesar de que se quiere dar el pego con la dirección del aeropuerto, encontramos estúpidos saltitos sobre murallas defensivas bien formadas, soldados que desaparecen…) y el clásico síndrome del héroes y la armadura de plastelina: si eres de los importantes, tu armadura (aunque no tengas) te protege, sino no lo eres, te atraviesan como plastelina. Podemos estar de acuerdo en que no se han molestado mucho en mantener la coherencia.

El conjunto tiene poco sentido pero debemos recordar que lo que toca explicar en el libro son apenas cinco páginas. Me parece incluso normal que, si quieres explicar la batalla de los cinco ejércitos, te inventes todo. 
Se le ha ido la castaña, pero no olvidemos que sí algo sabe este hombre es hacer las cosas a lo grande. El ataque inicial de Smaug a Ciudad del Lago es una animalada excesiva, así como la eterna batalla final pero no podemos negar que sabe petarlo a lo grande. El neozelandés tenía ganas de poner a enanos dando hostias como panes, dinero de sobra para gastar y se nos quedó muy a gusto. Las coreografías molan, la cantidad de flipadas sobrepasa cualquier mesura y si tu cerebro no vomita el guión puedes gozar con ganas la exagerada cantidad de fuegos artificiales.
Eso sí, tampoco es necesario que te inventes (¿por qué?) un personaje tan estúpido, innecesario y hostiable como el ayudante del gobernador. Lo tienes molestando y tocando las narices para que luego ni siquiera se muera… Sin duda, lo más desagradable de la película.


¿Esto hace de El Hobbit una buena película? ¿Es mala? Es una flipada con todas las letras, de las que te disfrutas a gusto pero también guarda un buen puñado de escenas que duelen de ver. Tiene sus defectos (grandes) pero asegura una buena dosis de diversión, para que negarlo. Por otro lado, la cantidad de gente soltando bilis y despotricando sobre ella ha sobrepasado cualquier medida. Un buen montón de espectadores que han ido al cine a verla sólo para amargarse y poder luego lanzar mierda. No entiendo como ha provocado tanta sobrerreación y porqué hay tanta gente que parece disfrutar con una actitud  que no comprendo y que se deja ver últimamente en las grandes superproducciones que no son automáticamente orgásmicas. Obviamente no son obras maestras pero tampoco son la bazofia pura que muchos parecen vender.


No obstante, debo admitir que éste es el film que más se aleja del universo tolkeniano. Aunque los enanos de las películas anteriores habían sido un poco rarunos, daban el pego como pertenecientes a la Tierra Media. Pero que me aspen si lo que hay en la película no es un Señor de los Enanos o unos Rompehierros. ¿Estamos viendo elfos del Bosque Negro o unos altos elfos  de Ulthuan? Si me dicen que en vez de una película Tolkien estamos viendo una de Warhammer Fantasy hasta me lo creo (e incluso digo que es una buena adaptación y todo).


En fin, una vez apagamos el cerebro y lo metemos dentro del chip de diversión y nos hacemos los tontos con los errores de guión y de continuidad podremos disfrutar de un espectáculo divertido y muy pasado de rosca.  Yo me lo he pasado teta con ella, aun apreciando que es una película mala en muchos aspectos. Después de tres años siendo fieles a la cita anual con el director hemos concluido una trilogía que acabó como tal como empezó, con mucha diversión. Lástima que muchos no se quisieran dar cuenta de que esto no era el Señor de los Anillos. 

 ¡Vivan los fuegos artificiales sin sentido! (de vez en cuando)

Nota: 2
Nota filmaffinity: 6.5


Nominada a mejores efectos sonoros para este año. ¡No es mala cosa para tanto duro gastado!

2 comentarios:

  1. Pese a que como tú dices se inventan el 90 % de la película, yo disfruté con ella. No está mal, yo tampoco entiendo la gente que despotrica con esta película. En fin, para gustos los colores. Muchas gracias por la reseña.

    Un saludo.

    Un salud

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    Respuestas
    1. No se si es que se puso d emoda ponerla a parir o que, pero la de basura que le han tirado encima es descomunal.

      Gracias por pasarte y comentar!

      Mt

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