sábado, 22 de febrero de 2014

Las brujas de Zugarramurdi



Dia torrencial. Domingo por la tarde. Nada que hacer. Ponen una película española (en castellano!) en el cine. A verla, casi sin mirar. ¿De la Iglesia? Mejor, supongo.

Dos parados algo desesperados ven en el atraco a una joyería la oportunidad de arreglar sus vidas. En su desastrosa huída, acaban en el pueblo de Zugarramurdi, dónde un aire siniestro les avisa: Hay brujas sueltas…

Decir que la película es un esperpento, es poco. De la Iglesia ha vuelto a la absurdez y la locura de sus primeras películas, pero con un presupuesto bastante más abultado. Que el argumento sea un tanto endeble, a veces es incluso perdonable.

ACTORES: Me encuentro sorprendido viendo a Mario Casas hacer un buen papel. Vale, hace de cani, por lo que apenas tiene que actuar, pero le queda bien. A su lado, Hugo Silva hace su trabajo con corrección y lleva el protagonismo de la película. Protagonismo del que deberían disfrutar más las siempre geniales Carmen Maura y Terele Pávez. Carolina Bang, esto… bueno, es la mujer del director y está muy buena, no hay que añadir mucho más…

DIRECTOR: A los que han visto la ya larga filmografía de Álex de la iglesia, ya sabrán que es un hombre con una imaginación especial y desbordante, siempre dado a la exageración. El disparate que es esta película es una buena muestra de ello. Desde el sorprendente atraco inicial (de las mejores secuencias que he visto en un director español en unos cuantos años) hasta el esperpéntico desenlace, las imágenes son pura marca de la casa.
Sí, el inicio es una pasada, ni el atraco ni la huida tienen desperdicio. Sin embargo, una vez llegan a Zugarramurdi, la cosa flojea un poco más. La desbordante imaginería se mezcla con una atmósfera muy trabajada y una muy buena banda sonora, pero a la historia se le va demasiado la olla y pierde ritmo y gracia. De la Iglesia parece querer llenar los baches de ritmo narrativo con un montaje frenético para no dejarte descansar. Las escenas, aunque bien rodadas, pierden el sentido hasta llegar a un clímax aquelárrico muy bien rodado (excepto una ridícula pelea) en el que cualquier cosa es posible.
Es una película con un presupuesto inusual en este país, y vaya si se nota. Maquillaje, escenarios, efectos especiales… Exprimidito al máximo para crear un ambiente malsano más que bien conseguido. El desparrame habitual se junta con un tema muy sugerente para hacer una película muy diferente a las demás, con un humor muy salvaje bastante divertido y un inicio arrollador, lástima que el guión no esté a la altura.

GUIÓN: Principalmente éste es el problema de la película. Una vez planteada la trama, todo se pierde en una sucesión de escenas con poco sentido, personajes forzados (qué sentido tiene el de Carolina Bang, por ejemplo) y un final que no hay quién cuadre de ninguna manera. Por momentos la película es caótica, no sabiendo por dónde quiere ir...comedia, terror, drama, romance. En cuanto se consigue un momento de tensión y llegas a tomarte en serio las brujas, sueltan algún gag ridículo digno de la serie Aída y fusilan el momento.

Las películas de De la Iglesia son como las lentejas, o las tomas o las dejas. Al que le gusta, le encantan, y al que no, las odia. En este caso tenemos una historia que bien haber podrían haber firmado Pajares y Esteso envuelta en la siempre sugerente atmósfera y mezcla de géneros que sabe dar este director. Preciosa y con escenas espectaculares, pero no deja de ser Binguera…

Nota: 4
Nota filmaffinity: 5.9

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