viernes, 4 de octubre de 2013

Sígueme el rollo

Las películas de Adam Sandler tienen una cosa, y es que todas se parecen mucho. Sabes que te vas a encontrar una peliculita ligera, que te permitirá esparcirte durante unos 90 minutos sin tener que estrujarte el cerebro y dejar un recuerdo de lo más intrascendente. Pueden ser malas, pero siempre tienen algún momento que te hace sonreír.


Danny es un cirujano plástico abandonado ante el altar. Al perder la fe en el amor, finge estar casado para montarse unos rollos de cuidado con los que nunca falla al ligar. Cuando conoce a Palmer, cae rendido a sus pies, montando una película de tal magnitud que tiene que contratar a su ayudante de quirófano para que le “siga el rollo” y así conseguir engatusar a su amor. 

ACTORES: Resulta sorprendente como la película puede empezar tan horriblemente mal. La primera media hora es de lo más denigrante y ridículo que te puedes encontrar en estos mundos de Dios, decepcionante incluso para lo poco que se le exige normalmente a Sandler. Por mucho que lo intente, nunca podrá ser un crápula seductor en continua caza de tias buenorras sedientas de cariño (Es que Sandler, tú no puedes hacer de Barney Stinson, aunque lo intentes). Sin embargo, pasada esta media hora y una vez situada la historia en Hawai, la cosa mejora, ya que Sandler pasa a interpretar una vez más a quién creo que por reincidencia debe de ser él mismo, un personaje de eterno inmaduro 'cool' con corazoncito apto para todos los públicos; a su lado Jennifer Aniston, quién más o menos viene a hacer lo mismo que viene haciendo desde que Rachel Green hiciera reconocible su rostro en medio mundo. Destaca la corta aparición de Nicole Kidman que, sin hacer nada del otro mundo, deja en mal lugar a los dos protagonistas cada vez que aparece en pantalla.

DIRECTOR: Dennis Dugan vuelve a ejercer como director, que dirigir ya es otra cosa. Con su ya larga ristra de comedias chorras, no hace nada pero ahí está, haciendo película mala tras película mala y llenando los cines, pues parece haber encontrado el logaritmo adecuado para rascar fijo en taquilla con la comedia ligera y grosera.

GUIÓN: la coherencia de este tipo de películas siempre hay que cogerla con pinzas, pero es demasiado poco creíble que el mujeriego al que Sandler interpreta no se haya enamorado antes de la encantadora chica a la que siempre interpreta Aniston, especialmente dado que trabajan juntos y a solas desde hace años. Por otro lado, el cuerpazo de Brooklyn Decker funciona bien como motor de la historia, pero hay demasiada diferencia entre la interesante profe de matemáticas que huye del divorcio de sus padres al principio de la peli y la adolescente idiota con la que Aniston compite amistosamente durante el resto de la historia. Además, ¿quién demonios se puede creer que Sandler consiga ligar cada noche con sus técnicas en vez de recibir hostias a dos manos? Cuesta soportar los primeros treinta minutos. Mucho. Sin embargo, una vez la película transcurre por terrenos más trillados, coge un poco de ritmo y consigue una hora final medianamente digna, incluyendo algunos gags a lo Monthy Python bastante logrados.

Sería una comedieta más de Sandler sino fuera por su insultante inicio que da muchas ganas de mandar la película a tomar viento. Si eres capaz de soportar la media hora inicial, podrás ver que la película parece que empieza a funcionar y se convierte en el entretenimiento que uno esperaría de este actor (sin ser destacable en su filmografía)

Nota: 2
Nota filmaffinity: 5.4


Probablemente arrastrado por la vomitiva Jack y su gemela, la película se llevó 5 nominaciones a los Razzies, consiguiendo el de Peor Actor y el de Peor Director. 

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