jueves, 1 de marzo de 2012

El temor de un hombre sabio (Patrick Rothfuss)


Y he aquí un libro que se ha hecho MUCHO más corto de lo que uno esperaría de sus 1200 páginas. Es la segunda parte de las Crónicas del asesino de reyes, que muchos esperaban con ansia.

Título: El temor de un hombre sabio
Autor: Patrick Rothfuss
Título original: The wiseman fear.


“El hombre había desaparecido. El mito no. Músico, mendigo, ladrón, estudiante, mago, trotamundos, héroe y asesino. Kvothe había borrado su rastro. Y ni siquiera ahora que le han encontrado, ni siquiera ahora que las tinieblas invaden los rincones del mundo, está dispuesto a regresar. Pero su historia prosigue, la aventura continúa, y Kvothe seguirá contándola para contar la verdad tras la leyenda.”

En su primera novela El nombre del viento Patrick Rothfuss nos ofrecía una de las operas primas de más calidad de los últimos años. La historia estaba ambientada en un mundo de fantasía muy verosímil y muy alejado de la imaginería clásica de la fantasía épica, mucho más cercano a un steam-punk victoriano que a la Dragonlance. Su estilo denotaba un gran gusto por los detalles y mucho mimo en la creación de un universo muy “realista” con una gran influencia Tolkeniana en la descripción del mismo.

La historia continúa justo dónde se había dejado. Kvothe el “multitarea” había regresado a la Universidad para terminar su primer año. A partir de allí, vemos como sigue aprendiendo cosas y forjando esa identidad que le hará famoso en un futuro. Sin embargo, la Universidad se le queda pronto pequeña a nuestro héroe y se marcha a buscar nuevas aventuras.

En sí, este ejemplo de “lectura ligera” está dividido en 4 historias de unas trescientas páginas cada una. Se agradece que el autor haya conseguido editarla en un solo ejemplar, en vez de permitir que la editorial nos torture con tomos de más.

La primera parte va a renglón seguido de la historia anterior, como si fuera parte del libro anterior pero que, por alguna razón, ha pasado al segundo tomo. Básicamente, Kvothe sigue molestando a todo el mundo mientras persigue a su Denna y evita que le expulsen de la Universidad.
En cambio, la segunda parte -la historia del noble- es totalmente diferente, encontrando muchos elementos de intrigas cortesanas y juegos de política relativamente entretenidos. Esta parte me agrada mucho porque parece totalmente una novela de Martin, pero narrada con el estilo de Tolkien. No es que pasen muchas cosas, pero sigue gustándome el estilo tan profuso en detalles que utiliza Rothfuss para describir el mundo que rodea al protagonista.
Luego Rothfuss decide cambiar de ambiente y se va hacia una fantasía más clásica. Esto destaca mucho de todo lo anterior, ya que, de golpe, nos vemos transportados hacia la fantasía épica de toda la vida. ¿Está peor esta parte? No. Sólo es muy diferente. Eso sí, la aparición de las hadas es toda una sobrada del autor, que quería darse un gustazo con cincuenta páginas de sexo a “su manera”. Es un poco un pegote, pero sigue siendo divertido.
Finalmente, Kvothe se va a un “país oriental” (ese Assassin’s Creed…) y se pone a aprender artes marciales como un Karate Kid de tres al cuarto. Si Rothfuss se había pegado un gustazo para meter la parte anterior, se pega otro aún mayor para explicarnos cómo Kvothe demuestra que no sólo tiene cerebro y se pone a aprender Ketan (vamos, kung fu o una flipada marcial del estilo). Rothfuss le da un cambio de aires radical al ambiente de la historia y nos manda a un mundo parecido al de Kung Fu Panda y, encima, le queda bien (para mi gusto, lo mejor de toda la saga, por ahora).

Durante todo el libro, el protagonista único de la historia es Kvothe, al que vemos cometer las mismas tonterías derivadas de su inmenso ego y de su gran talento para meterse en líos. Además, el protagonista empieza a hacerse adulto y añade el sexo a las meteduras de pata -lo que le tiene su  gracia, o no-. Si en la entrega anterior te cargaba lo “sobrado” que va Kvothe, aquí cargará más, ya que el autor le da aún más bola y exagera más su capacidad de aprendizaje.
Esta segunda parte tiene el mismo problema que el primer libro, la historia como tal es nimia y poco interesante, pero la manera que tiene Rothfuss de contarnos todo como una sucesión de mini-anécdotas con un aire costumbrista en medio de un mundo de fantasía sigue funcionando para que las páginas pasen como nada. No obstante, sí es verdad que hay más historia que antes y, como empezamos a ver al Kvothe héroe, la cosa tiene más gracia que antes.

Al leer una segunda parte, uno siempre teme que el autor no haya estado a la altura de las expectativas creadas y que el resultado sea muy inferior a la primera entrega, mientras suspira con que simplemente se mantenga el nivel. En este caso Rothfuss ha hecho un gran trabajo y El temor de un hombre sabio es mucho mejor que El nombre del viento. Si la primera parte te gustó, ésta segunda parte te encantará.

Nota: 8

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