miércoles, 22 de junio de 2011

Watchmen

“La ciudad gritará: ¡Sálvanos! Y yo les susurrare… NO.”

Hace ya un tiempo que me leí Watchmen y me encantó. Su estilo narrativo, su ambientación y sus personajes hacen que un gran argumento se eleve a unos niveles de perfección difíciles de encontrar en el mundo del cómic e incluso de la narrativa en general.

Pues bien… Como se puede sospechar, Watchmen, la película, carece de esto. Por algo es una película y no un cómic. Sin embargo, la manera de rodar es totalmente única y diferente de lo acostumbrado. A la maestría visual de Snyder se une una buena historia que contar, con lo que el resultado es magnífico.

Y es que estamos hablando de Watchmen, un cómic que apareció allá a finales de los 80 y revolucionó la manera de tratar las historias de superhéroes. Realiza el análisis más desmesurado y concienzudo de lo que representa ser un héroe y “ayudar a la humanidad”.

La historia está situada en un pasado alternativo en el que existen los superhéroes, la guerra fría está al rojo vivo y Nixon ha sido elegido presidente perpetuo de Estados Unidos. Entonces, la muerte del Comediante, un superhéroe retirado, sirve de punto de partida para que Rorschach –el último héroe enmascarado que sigue al pie del cañón- descubra una conspiración que busca acabar con el resto de héroes y llega a niveles mucho mayores de lo imaginable.

Todo empieza con la muerte de uno de los principales personajes, El Comediante. Esto marca el principio del fin. El comediante representa al Estado, la Sociedad, la gran broma en la que todos participamos y que provoca guerras, horror e intenta además tapar la verdadera "naturaleza salvaje" del hombre. El Comediante acepta la broma conscientemente y será el personaje a través de cuyo eje se mueven los demás. Comprende perfectamente la broma del Estado y decide seguir el juego. Es el gran cínico.
El Dr.Manhattan es la distancia. La indiferencia. Su actitud es la de que todo está predeterminado y que no es posible hacer nada ni cambiar nada. Nada merece la pena. Se vuelve cada vez más inhumano. Luego tenemos al magnífico Rorschach. Personaje clave. Representa la verdad. Fría y descarnada. La fea verdad. Su concepto del mundo y del horror le lleva a posicionarse tomando partido y tratando de dar sentido a un mundo que no lo tiene. Su visión es la contraria a la del Dr. Manhattan. Somos nosotros y sólo nosotros los culpables de tanto desaguisado. Al final, será, el personaje más honesto y puro de la obra y al que acabamos dando la razón. Prefiere la verdad aunque eso suponga que el mundo se va al garete –o quizás justamente por ello-. Por eso se acaba ganando nuestra simpatía. El episodio de Rorschach en el comic es en mi opinión el más redondo y de más calado de la obra y, el personaje, el más carismático, a pesar de su extremado modo de pensar. También están Búho Nocturno y Espectro de seda. Dentro de su “heroicidad” representan a la gente normal. Actúan por inercia y sin plantearse demasiadas cosas. En este grupo está también incluiría a la madre de Laurie, que simboliza la nostalgia y la aceptación tal vez porque no se conoce nada mejor. (unos diálogos impagables, que dicen mucho más de lo que parece).
Y finalemente, el Gran Ozymandias. Tiene el mismo grado de clarividencia y conocimento de los problemas humanos que El Comediante y Rorschach, pero su opción es totalmente diferente,
Atención Spoiler
consiste en erigirse de Mesías salvador, teniendo que pagar un precio la humanidad por el camino. Su opción es  también bastante cínica. Salva al mundo a costa de una mentira aún mayor. Los demás tendrán que aceptar esta mentira muy a su pesar para así evitar un mal mayor. Excepto Rorschach. Él se mantiene fiel a sí mismo hasta el final. Por eso, al final, la última broma, la última risotada, será la suya. Toda la historia de Rorschach es de lo mejor de la obra y uno de los puntos clave.
Fin Spoiler

ACTORES: Todos los personajes van enmascarados durante toda la obra, y cuando no es así, hay mucho ordenador de por medio. Así pues, no es que se les exija demasiado. Pero lo hacen bien cuando lo tienen que hacer, especialmente en las voces. Esto se ve claramente en el papel del Dr. Manhattan. El personaje está realizado mediante capa de piel azul durante toda la película, pero su voz deja caer la profundidad de sus sentimientos, a pesar de su indiferencia manifiesta (Su diálogo en Marte resulta inesperadamente emotivo en VO). Pero sobretodo: Rorschach. Earle Haley está portentoso e incluso con máscara podemos captar su desprecio por la sociedad, su rabia y su odio contra el resto de la humanidad que ha permitido que el mundo se acerque a la destrucción. La voz cascada y rasposa que delata su ira hacia el resto de seres humanos es sublime. El resto de personajes quedan ensombrecidos ante él, aunque destacaría la actuación de Wilson como Búho Nocturno, que construye un personaje tan patéticamente humano y débil que me resulta gracioso.

DIRECTOR: Ya he comentado otras películas de Snyder, así que no me detendré tanto. Visualmente es único. Tal como es norma en sus películas, los primeros quince minutos (la muerte del Comediante) son esplendorosos. Geniales. Inmensos. Es un auténtico incompetente a la hora de hacer guiones (como ya hemos visto en Sucker Punch) y no sabe qué hacer con un mal guión. Sin embargo, ete aquí que al chico le dan una perita en dulce (madre mía lo que debió llorar el hombre) Nada menos que una obra maestra de la historia del cómic. Posiblemente, el análisis más extraordinario que ningún guionista haya realizado de los superhéroes. Con estos antecedentes, Zach consigue engancharte desde el principio a la historia, con una música pegadiza y con unos trucos visuales más que fabulosos para situarnos en la época, y a partir de ahí, en la historia. Visualmente impecable, una construcción de escenas magnífica, una acción visceral y una profundidad que refleja perfectamente las reflexiones del cómic.

GUIÓN: Cómo ya he dicho antes, Watchmen es una obra maestra del genio Alan Moore. Un estilo narrativo único e inimitable permite contar una historia de tragedias personales en medio de un mundo en crisis, próximo a la destrucción. Es evidente que al pasarlo a película, muchos detalles se pierden –la historia del psiquiatra, la relación entre el quiosquero y el chico negro, la trama del peligro nuclear se relega a un plano más secundario y el final está algo cambiado-, pero la adaptación es simplemente magnífica. El cómic sirve de espectacular story board para dar lugar a una impresionante película. Sus diálogos son fabulosos, punzantes en muchos casos.  Sobra aclarar que el guión es una pieza maestra de ingeniería que contiene reflexiones interesantes sobre aspectos tan universales como la venganza, el bien común, o mismamente la existencia humana, amén de profundizar en la razón de ser del superhéroe que dejan en pañales el simplismo y la zafiedad de otras producciones del género. El único pero que le pondría es su desmesurada (aunque necesaria) longitud, ya que las 3 horas que dura pueden hacerse muy largas y espesas, especialmente para quién quiera ver una película fácil de fuegos artificiales.

Hay momentos sublimes:
- El Enola Gay con un dibujo rollo pin-up de Espectro de Seda I cerca del morro.
- La mítica foto portada de Life del marinero besando a una enfermera, sustituyendo al marinero por Silueta.
- La cena de despedida como heroína de Espectro de Seda I, escena que emula 'La Última Cena' de Da Vinci.
- Andy Warhol mostrándole a Truman Capote su famosa pintura de las caras de Marilyn pero aquí con las de Búho Nocturno.
- El Comediante asesinando a Kennedy.
- El Dr. Manhattan grabando a Armstrong cuando pisa la Luna.
- Ozymandias a punto de entrar en Studio 54.

Unido a una multitud de diálogos impagables…Piensen que vuelven a mediados de los ochenta y están en plena guerra fría, Nueva York es un cúmulo de tragedias y ambiciones, y sólo puedes recurrir a ellos... ¡comienza el espectáculo!

Nota: 9
Nota filmaffinity: 6.7


Recuerdo que cuando fui a verla al cine me pasé toda la película cabreado porque tenía al lado a dos petardas que reían como hienas mientras el Dr. Manhattan soltaba un monólogo existencialista. La razón: el tipo va con el pito colgando. Graciosísimo. Era un momento de intensa emotividad, pero claro, no podemos pretender que gente que apenas sabe vestirse sola pueda atender a cuestiones tan elevadas.

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