miércoles, 9 de febrero de 2011

¡Qué bello es vivir!

Cuando se piensa en Navidad,cinematrograficamente hablando,hay que pensar en "Qué bello es vivir".En 1946,Frank Capra dirigió ese cuento que aparecerá en las televisiones de todo el mundo cada año y que se convirtiría inmediatamente en un clásico navideño.


Y es que "Qué bello es vivir",nos insta a ser mejores personas,como su protagonista,un pobre James Stewart (no vulgar o simple)que lo borda en su rol de americano medio y sacrificado,que renuncia a todos sus sueños en favor de la gente que lo rodea y quiere.

En la noche de Navidad, George Bailey quiere suicidarse, ha llegado a adulto y se ha dado cuenta de que, de todos sus sueños de juventud, no ha podido cumplir ninguno. Además, la pequeña empresa a la que ha dedicado su vida está a punto de quebrar y parece que nada en su vida tiene sentido. Para comprenderlo, con una serie de flashbacks vamos viendo todos los hechos importantes que han ocurrido en su vida y cómo siempre ha sacrificado lo mejor que tenía para ayudar a los que tiene a su alrededor. Un ángel bajará del cielo para hacerle entender que su vida sí ha tenido sentido.

Que bello es vivir es una película perfecta gracias a su genial guión, sus entrañables personajes de la mano de unas interpretaciones de lujo destacando al soberbio James Stewart, la hermosa Donna Reed y el increible Lionel Barrymore como el señor Potter, el hombre más malvado de la ciudad, un hombre sin escrúpulos al que solo le importa el dinero y sus intereses. Su tirana actitud chocará de inmediato con el bueno de George, un hombre que se preocupa por sus vecinos y por la ciudad, y que ha tenido que renunciar a sus aspiraciones para cuidar el negocio de su padre. George es un hombre que siempre se ha sacrificado por los suyos, y se ha preocupado más por ellos que por él mismo.

Es una película entretenida, llena de sentimientos y valores, emotiva, preciosa, alegre y dramática a la vez, que logra mezclar la realidad y la fantasía de una forma magistral y que consigue sumergirte en la vida de esas personas, de esa ciudad de principio a fin. La película es un cuento que tiene como protagonista a la vida, de la que nunca hay que dudar ni desesperarse, siempre hay que sobreponerse para esperar a que lleguen los buenos momentos. 

Es una película que tiene comedia, drama, intriga, todo eso acompañado de una preciosa historia de amor y de amistad, que tiene como protagonista a un hombre que entregó su vida a los suyos, a su familia, al negocio de su padre, a su amada, a sus hijos y a sus vecinos, dándose cuenta de la importancia de vivir, de poder vivir junto a sus seres queridos.

Me imagino que muchas de aquellas películas antiguas (esta incluida) hechas hoy en día se llevarían palos por todos los lados. Pero claro, eran otros tiempos. Hay que recordar que está hecha en un Estados Unidos recién salido de la IIGM! 1946! Era un momento para volver a creer en uno mismo y en la gente que te rodea, en saber que puedes confiar en ellos y claro, esa ingenuidad a la hora de hacer cine y mas en una película navideña.

Lo que si es innegable es el enorme talento de todos los que intervinieron en ella. El guión es perfecto en la presentación de personajes y desarrollo de la acción. Consigue, además, que entremos en la historia, que habla de ángeles y suicidas en plena Navidad, con una naturalidad aplastante, sin ni siquiera darnos un respiro para pensar en que todo aquello puede ser material de derribo. Con además una sucesión de situaciones en su primera parte perfectamente reflejada en la segunda. No encontramos nada superfluo ni sobrante.

Frank Capra dirige la historia con indudable buen gusto, haciendo gala de una elegancia notable en la construcción de las secuencias y dotando a la película de un ritmo interno que no decae nunca.

Además todo el peso de la película recae en el espléndido James Stewart. No solo tiene la presencia física perfecta para interpretar al personaje en la primera parte de la historia, sino que se crece en la segunda parte, cuando consigue dotar al personaje de la desesperación y el dramatismo que requiere.

Todo en Que bello es vivir es demasiado perfecto como para empezar a poner pegas a una de esas historias de superación, en las que es mejor afrontar los problemas en compañía de una maravillosa familia mientras suenan las campanas y se cantan villancicos y todo el pueblo se rinde a tus pies por ser el más honesto e íntegro.

El único pero que se le puede poner es quizás lo naive que es en algunos momentos. Pero se debe recordar que estamos en una película de navidad (quizás la mejor película actuada de Navidad), en la que impera el buenismo y, claro, todo debe salir bien.

Nota: 10
Nota filmaffinity: 8.2

Un simple y precioso canto a la vida y a la amistad. Ideal para los momentos de bajón. Siempre hay un motivo para tirar hacia adelante :D

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