miércoles, 9 de febrero de 2011

Fulgrim (Graham McNeill)

TITULO: Fulgrim
AUTOR: Graham McNeill
Quinto libro de la saga "La herejia de Horus".
Parece que últimamente me ha dado con este autor, no paro con sus novelas, es que son de un divertido y tienen una de acción! :D.
Se trata tambien de otro flashback de la tercera novela, pero ahora centrandonos en otras legiones y otros primarcas (tened en cuenta que en Warhammer 40000 son "ciento y la madre" y hay que ir viendo como se van posicionando las distintas legiones antes de la confrontacion final).
Sin embargo no preocuparos porque los flashbacks no son repetitivos (cada una de las novelas narra una trama paralela que acaba desembocando en la misma situacion) En esta novela seran Los Hijos del Emperador (Cuyo primarca es Fulgrim) y los Manos de Hierro (cuyo primarca es Ferrus Manus) los que juntaran fuerzas para perseguir a un enemigo comun de la cruzada. Sin embargo, sera durante esta persecucion cuando iremos viendo como las cosas se van torciendo y los "malos" pensamientos van entrando en la cabeza de los primarcas inducidos por sus propias debilidades.
Ademas, existen tramas paralelas que van añadiendo pinceladas de color a lo que sera la gran confrontacion, por ejemplo el apotecario Fabius sacara su "juego de quimica y biologia" que debieron regalarle en su quinto cumpleaños y se pondra a "jugar" y "experimentar" con los Marines Espaciales a fin de "mejorarlos"... chupa del frasco carrasco!!!... Tened en cuenta que los Marines ya eran como tanques con patas... pues nada, al tio se le ocurre que con algunas "modificaciones geneticas" estaran la "mar de monos"... en fin... ya os imaginais por donde iran los tiros...
Y, por otro lado, están una serie de artistas que forman parte del séquito de Fulgrim. Y es que a este primarca, en plan nuevo rico, le encanta rodearse de arte en chillón, cutre e hiperbólico. Un escultor, una pintora, una compositora y una cantante se nos desvelan ante nosotros dentro del delirio demoníaco (nunca mejor dicho, porque el Caos no andará muy lejos en plan lado oscuro de Star Wars). No sólo la pintora se volverá mal de la chaveta en plan "Retrato de Dorian Gray", sino que la representación operística deja en pañales la del “Quinto Elemento”. Una subtrama que si bien no añade nada importante a la historia, es una perfecta muestra de la decadencia que va alcanzando la legión y como se va pervirtiendo todo.
Y mientras tanto Fulgrim ira cayendo en una espiral sin retroceso hacia su condenacion (jo... que bonito me ha quedado esto)... es decir se ira cubriendo de mierd* hasta los tobillos... y direis... pues si solo se ha llenado hasta los tobillos... ¿cual es el problema?... pues que cayó de cabeza!!!... jejejeje (chiste malo para compensar el parrafo profundo de antes). Más que dedicarse a explicar que pasa, el libro parece analizar el cómo y el por qué de que Fulgrim (y con él, la legión entera) caiga en la decadencia y en la búsqueda de las sensaciones más puras, sublimes y perfectas. Vale que el ser un maníaco obsesivo con la perfección y el tener unos celos insoportables con su hermano Horus no son un buen punto de partida, pero bueno…
Es de reconocer lo bien llevada que está la progresiva perversión de todos los personajes que van pasando de ser marines “normales” a estar cada vez más locos. También es de destacar para los fans de Abnett, que aquí McNeill toma la idea de la “Armadura del Desprecio” (ver el libro de los Fantasmas de Gaunt con ese nombre) contra el Caos y lo aplica a la legión, ya que los marines sin maldad en su corazón son inmunes a la influencia del Caos (y acaban muertos, por consiguiente).
En esta novela se produce un hecho curioso en las novelas de McNeill. La acción no es la parte primordial del libro. Es verdad que la hay, ya que estamos hablando de WH40k, pero de fondo. El autor pasa gran parte del libro haciendo debatir a los personajes en torno a dos aspectos: ¿qué culpa tiene un mando intermedio en un ejército de las decisiones de sus superiores y cuando debe dejar de seguirlas? Es decir, los mandos que si bien no deciden estrategias, tienen que hablar con los hombres y estar ahí para decidir las tácticas a usar. Si sus superiores son incompetentes, traidores o idiotas, ¿hasta que punto deben seguir sus órdenes? Y por otro lado, la legión de los Hijos del Emperador vive en una búsqueda de la perfección, tanto espiritual como marcial (por ello hemos de suponer que son suficientemente inteligentes para entretenerse en estos puntos), con una influencia sorprendentemente Nietzchiana en muchos planteamientos. A partir de aquí, vemos intensas discusiones sobre cuál es el mejor modo de alcanzar la perfección. Todo esto se agradece en un libro de este estilo, ya que no es algo habitual, no obstante, en el momento de llegar a conclusiones, el autor prefiere dejar que hablen las armas y todo acaba en unos fuegos artificiales absolutamente espectaculares.
Vamos que otra novela que hay que tener...(si te gusta el género, claro).
Nota Friki: 8 (Todo un novelón, bastante diferente a lo habitual en la franquicia, de lo mejorcito de McNeill)
Nota real: 5 (no vamos a pasarnos, que no deja de ser una novela bélica futurista mejor escrita de lo normal).
Nota Amazon: 7.8 (con un número sorprendentemente alto de valoraciones para el género y una anormal falta de notas bajas!)

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